sábado, 25 de julio de 2009

La anorgasmia femenina, parte I

¿Qué se entiende como anorgasmia en las mujeres?

En el libro que escribimos con el licenciado Rosenzvaig, Sexualidad en la pareja, citábamos varias preguntas de consultantes efectuadas a través de la radio o de correo de lectores, que son bastante características en este tipo de casos:

Yo siento, aunque no llego al orgasmo, pero aclaro que no soy frígida. ¿Es curable?

Perdí por completo el orgasmo, ¿puedo recuperarlo?

Hace 6 años que me separé y he reiniciado mi vida sexual con otro hombre, pero con él no termino. ¿Estoy perdida para siempre?

¿La frigidez es hereditaria?

No puedo terminar con mi actual pareja: él eyacula demasiado rápido, con otras parejas a mí no me pasaba y él me dice que con todas sus parejas anteriores ellas acababan con facilidad, ¿estaré con un problema psicológico?

¿La ausencia de orgasmo en la mujer se debe a alguna enfermedad orgánica?

Nunca puede llegar al terminar, a veces me ha parecido que lo tenía pero no estoy segura, ¿cómo puedo saber con certeza si lo consigo?

Por más que me esfuerzo no logro terminar con mi pareja y eso que él me estimula de distintas maneras

Estas preguntas son bastante características en nuestros consultorios. Y llama la atención que muchas mujeres se sienten desesperanzadas de poder lograr el orgasmo. Hay autores que prefieren hablar de mujeres preorgásmicas, por considerar que toda mujer, adecuadamente estimulada, es capaz de llegar a obtenerlo.
Dentro de las llamadas anorgásmicas podemos diferenciar aquellas que no logran excitarse ni lubricar bien - aunque tengan deseos de hacer el amor- de quienes aunque lubriquen (“mojarse”, en términos populares) y consigan altos picos de excitación, no logran el orgasmo. Los casos más frecuentes lo vemos en el segundo grupo.

¿Es correcto el término frigidez?

Si bien popularmente todavía se sigue usando el término de frigidez y muchas mujeres preguntan o concurren a la consulta para saber si son o no “frígidas”, podríamos decir que hoy la Sexología desglosa este cuadro en otros dos distintos: la mujer que tiene poco o ningún placer erótico ante la estimulación sexual y aquella que aunque puede excitarse en determinadas circunstancias no llega al orgasmo o lo logra con gran dificultad.
Hay que diferenciar también a la mujer que nunca ha experimentado placer erótico con nadie y en ninguna situación, de aquellas que han respondido en alguna ocasión a la estimulación adecuada y al placer sexual y dejan de responder sólo en situaciones específicas. Recuerdo a una paciente que refería lo siguiente: “con aquel muchacho me excité mucho y tuve un orgasmo brutal, pero... me asusté, pensé en que si seguía así me iba a volver loca, que me iba a descontrolar, ¿adónde llegaría por ese camino? ...”; posteriormente reprimió esta posibilidad orgásmica y sólo pudo volver a “sentir el clímax” -según sus palabras- luego de la terapia.

Los síntomas del primer grupo serían:

Falta de excitación

Ausencia de reacciones ante la estimulación sexual

No se lubrican vaginalmente

No obtienen placer

No hay erección de los pezones ni enrojecimiento de la piel ni aumento de la frecuencia cardíaca

No llegan al orgasmo

En el segundo grupo, que constituyen las anorgasmias más frecuentes vemos que:

Pueden excitarse y gozar

Hay lubricación vaginal

Hay reacciones genitales y extragenitales propias de la etapa de excitación

A pesar de que se excitan no llegan al orgasmo

¿Cuál es el orgasmo normal: el vaginal o el clitoridiano?

Cabría aclarar un par de cosas: por un lado, si bien el orgasmo es la culminación del placer erótico, algunas mujeres gozan de las relaciones sexuales aunque no puedan terminar; por otro, este tema tan debatido, particularmente desde Freud, que refiere a lo que se denomina orgasmo vaginal y lo que se llama orgasmo clitoridiano, reservando una presunta normalidad para el primero y lo patológico o inmaduro para el segundo. Hoy decimos que ambas situaciones son normales. El mal llamado orgasmo clitoridiano, que es aquel donde la mujer termina por estimulación directa y no por la penetración, ha dejado de ser una situación enferma y criticable, porque en definitiva el clítoris y los labios menores configuran una estructura especializada en la recepción de los estímulos placenteros.

A continuación transcribiré algunas otras preguntas del correo de lectores:

Quiero saber si es mal tener orgasmo clitoridiano en lugar del vaginal

¿Las mujeres que tienen orgasmo vaginal pueden tener orgasmos clitoridianos?

¿Cómo se puede detectar cuando una mujer tiene un orgasmo vaginal?

¿El orgasmo vaginal es sinónimo de madurez en las mujeres que lo sienten?

En mi pareja cuando mi compañero me estimula la zona del clítoris, ya sea con la boca o con la mano, logro con facilidad el orgasmo; pero esto no sucede así con la penetración, ¿es normal?

En primer lugar debo aclarar que la respuesta orgásmica es una sola, aun cuando los estímulos sexuales puedan recibirse a través de distintas zonas del cuerpo, o con la fantasía. Hay mujeres que tienen orgasmo por estimulación de los pezones -y a nadie se le ocurriría hablar de “orgasmo mamario”- , otras, por caricias en el Monte de Venus, o por estimulación en la zona anal. Están aquellas que constituyen el grueso de la población femenina (un 50% aproximadamente) que además de la penetración necesitan ser estimuladas en la zona del clítoris y de los labios menores. Sólo un 35% llega exclusivamente por penetración, con la salvedad de que siempre la estimulación directa o indirecta del clítoris participa de esta respuesta.



No experimentan el orgasmo de ninguna manera un 10% aproximadamente

No lo experimentan con un compañero determinado un 10 % aproximadamente

Lo experimentan mediante el coito además de “estimulación clitoridiana” aproximadamente un 50%

Llegan al orgasmo mediante el coito por penetración, sin “estimulación clitoridiana” adicional casi un 30%